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Reforma al Poder Judicial en México: ¿Democratización o Riesgo para la Inversión y la Justicia?

En los últimos meses, la reforma al Poder Judicial en México ha encendido el debate público, no solo por lo que significa para la impartición de justicia, sino por sus posibles efectos en la economía y en la inversión privada. El cambio más polémico: que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular. ¿Realmente esto acerca la justicia al pueblo o abre la puerta a nuevos riesgos?

En este artículo analizamos qué está en juego, cómo esta reforma puede afectar el clima de inversión en México y por qué la independencia judicial es un factor clave tanto para los ciudadanos como para quienes apuestan por el crecimiento económico del país.


¿Qué Cambia con la Reforma Judicial?


Hasta ahora, los ministros de la Suprema Corte eran propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Senado, mientras que los jueces y magistrados eran seleccionados mediante concursos de mérito. Con la nueva reforma, los puestos serán elegidos por la ciudadanía en elecciones organizadas por el INE, a partir de listas propuestas por los tres poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.


La idea central, según el gobierno, es combatir la corrupción, hacer el sistema más transparente y evitar que el Poder Judicial se mantenga como una élite cerrada. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar.


¿Qué Preocupa a los Inversionistas?


La inversión privada, especialmente en un contexto como el actual con oportunidades por el nearshoring y el T-MEC, necesita certezas. Y un Poder Judicial confiable es una de ellas. Pero con esta reforma, surgen varias inquietudes:

  • Aumenta la percepción de riesgo. Según datos de México, ¿cómo vamos?, más del 60% de las personas encuestadas en 2024 creen que no es un buen momento para invertir en el país. Esta caída en la confianza coincide con la discusión de la reforma judicial.

  • Preocupa a los socios comerciales. Representantes de EE.UU. y Canadá han señalado que un Poder Judicial politizado podría violar principios básicos del T-MEC. También organismos como la Coparmex han advertido sobre posibles sanciones comerciales.

  • Mayor incertidumbre jurídica. Instituciones como Morgan Stanley y Bank of America han advertido que la reforma podría elevar el “riesgo país” de México, desincentivando inversiones importantes en sectores clave como energía, telecomunicaciones y manufactura.


¿Qué Pasa con la Calidad de los Jueces?


Un juez no solo necesita ser votado: necesita preparación, experiencia y neutralidad. Con elecciones abiertas, existe el riesgo de que:

  • Se elijan perfiles políticos en lugar de perfiles técnicos.

  • Se prioricen campañas y popularidad por encima del conocimiento jurídico.

  • Se vulneren los incentivos para atraer a los mejores perfiles, sobre todo si se recortan sueldos o pensiones bajo la bandera de la austeridad.


En un país donde el crimen organizado y los intereses políticos pesan fuerte, es fundamental tener jueces capaces, imparciales y protegidos de presiones externas.


¿Y la Imparcialidad?


Uno de los pilares del Estado de derecho es que todos tengamos acceso a una justicia justa y sin sesgos. Pero con esta reforma:

  • Los jueces podrían verse influenciados por la opinión pública o por quienes financiaron sus campañas.

  • Las decisiones en casos sensibles —como disputas comerciales o derechos humanos— podrían politizarse.

  • El proceso de selección de candidatos ha sido criticado por su falta de transparencia, algo que preocupa especialmente en un país donde la confianza en las instituciones está debilitada.


¿Hay Algo Rescatable?


Algunos defensores de la reforma, como la ministra Lenia Batres, aseguran que se trata de un paso hacia un Poder Judicial más democrático y menos elitista. Sostienen que el escrutinio público forzará a los jueces a actuar con mayor responsabilidad y que se reducirá la corrupción.

Esa es, sin duda, una intención valiosa. Pero la pregunta es si el mecanismo elegido realmente nos lleva a ese objetivo o si pone en riesgo lo que sí funciona del sistema actual.


¿Hacia Dónde Vamos?


Lo cierto es que México se encuentra en un punto de quiebre. La reforma judicial puede ser una oportunidad para mejorar la justicia en el país, pero también puede volverse un obstáculo si se implementa sin salvaguardas claras.


Desde Bernez creemos que:

  • La independencia judicial no debe negociarse.

  • La profesionalización y el mérito deben seguir siendo la base de la carrera judicial.

  • Y el clima de inversión requiere estabilidad jurídica, no incertidumbre electoral.


México necesita un sistema judicial fuerte, imparcial y confiable. Solo así será posible atraer inversiones sostenibles, resolver conflictos con justicia y proteger tanto los derechos individuales como el desarrollo económico.


¿Te preocupa cómo esta reforma puede impactar tu negocio o tus inversiones? En Bernez te ayudamos a entender los riesgos y tomar decisiones informadas en un entorno cambiante. Escríbenos para una consulta personalizada.

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